MORTADELA FAMILIAR

Un fiambre versátil

La mortadela es un embutido popular que se caracteriza por su textura fina y sabor suave, siendo una opción económica y versátil para toda la familia. La versión "familiar" se presenta en formatos más accesibles, ideales para el consumo en el hogar. 

• Textura y color: Presenta una pasta fina y rosada con trozos de grasa de cerdo de color blanco, distribuidos de manera uniforme.

• Ingredientes: Se elabora con una mezcla de carne de cerdo y tocino finamente picado, almidón, sal, leche en polvo y especias. Algunas variedades pueden incluir carne de ternera.

• Sabor: Tiene un gusto suave y especiado, con un toque dulce, que agrada a la mayoría de los paladares.

• Formato: Se comercializa en diferentes pesos, siendo los más comunes los de 300 g y 500 g, envasados para una mayor frescura.

• Valor nutricional: Es una fuente de proteínas y aporta minerales como el hierro, el zinc y el fósforo, aunque su alto contenido de sodio y aditivos hace que su consumo deba ser moderado. 

La mortadela es un ingrediente muy flexible que se presta a una variedad de preparaciones: 

• Sándwiches y bocadillos: El uso más tradicional, ya sea en rebanadas solas o combinada con queso y otros fiambres.

• Picadas y aperitivos: Se puede servir en cubos, junto a otros quesos y embutidos, para armar una tabla de entremeses.

• Comidas calientes:

  • Tortillas: Se puede agregar a tortillas de huevo o lasañas, aportando un sabor diferente.

  • Arroz: Es un ingrediente popular para enriquecer platos de arroz.

• Pastas: Combinada con salsa de tomate, se puede utilizar como relleno de crêpes o para hacer un paté.

• Arepas: En algunas regiones, se usa para rellenar arepas. 

Se recomienda su consumo ocasional, especialmente en el contexto de una dieta equilibrada, debido a su contenido de sodio y aditivos.