PANCETA SALADA

Fiambre de cerdo curado

AR$11900.00

Precio x Kgr.:

$ 14.837,00

Peso aprox.:

800 gr.

La panceta salada es un fiambre que se obtiene de la región abdominal del cerdo. A diferencia de la panceta ahumada (bacon), se somete únicamente a un proceso de curación con sal y condimentos, sin ahumado. El resultado es una pieza veteada con capas de carne magra y grasa que le confieren una textura jugosa y un sabor intenso. A menudo se enrolla y se prensa durante la curación para lograr su forma característica.

  • Sabor intenso y salado: El proceso de salazón concentra los sabores y le otorga un perfil gustativo más intenso que el de la panceta fresca.

  • Textura distintiva: Combina la suavidad de la carne con la untuosidad de la grasa. La curación le confiere una textura más firme.

  • Versatilidad: Se puede consumir tanto cocida como cruda, en función de su curación y el corte.

  • Alto contenido graso: Es una fuente importante de grasa, que le aporta jugosidad y sabor a los platos.

La panceta salada es un ingrediente muy valorado para realzar el sabor de múltiples preparaciones: 

  • Guisos y cocidos: Es un ingrediente tradicional para aportar sabor y sustancia a los guisos. Su grasa se derrite y enriquece el fondo de cocción.

  • Legumbres: Se utiliza frecuentemente en platos con legumbres, como las judías, para darles un sabor rústico y profundo.

  • Pastas: Es el ingrediente protagonista en recetas de pasta, como la clásica carbonara, donde se dora para luego mezclar con la salsa.

  • Tortillas y revueltos: Los taquitos de panceta salada frita aportan un sabor y textura únicos a las tortillas, huevos revueltos y tartas saladas.

  • Platos al horno y a la parrilla: Se puede asar o freír para obtener torreznos crujientes. También es excelente para envolver otros alimentos, como solomillos, antes de hornearlos. 

La forma de consumir la panceta salada varía en función de la curación y la preparación: 

  • Cruda: La panceta ibérica curada, por ejemplo, puede consumirse cruda en finas lonchas o taquitos, acompañada de pan o como parte de una tabla de fiambres.

  • Cocida: Se recomienda cocinarla para la mayoría de los platos, especialmente si no está completamente curada. Generalmente se trocea y se fríe o saltea antes de integrarla en la receta. Es común hervirla previamente en agua para eliminar el exceso de sal, especialmente en cocidos y guisos.

  • Acompañamiento: Es un excelente acompañamiento para migas, verduras de hoja verde o tostadas con tomate, añadiendo un toque salado y delicioso.