SALAME ESPAÑOL

Aunque el salami tiene un origen italiano, en España existe una versión propia, más gruesa y de sabor más intenso, que se elabora de manera tradicional. Se trata de un embutido curado, hecho a partir de una mezcla de carne picada de cerdo o vacuno y tocino de cerdo, que se embute en una tripa y se somete a un proceso de curación y secado. El pimentón es uno de sus ingredientes característicos, responsable del color rojizo-anaranjado y del sabor distintivo. 

• Sabor: Intenso, especiado y ligeramente picante, debido a la adición de pimentón, ajo y otras especias.

• Textura: Firme y consistente, resultado de un proceso de curación y secado que puede incluir un ahumado.

• Color: Un tono rojizo o anaranjado característico, que proviene del uso de pimentón.

• Presentación: Se suele presentar en piezas más gruesas que el salami italiano, y a menudo se comercializa en rodajas o en piezas enteras para cortar.

• Variedades: Existen diferentes variedades, siendo una de las más conocidas el salchichón, que se distingue por su sabor especiado y la ausencia de pimentón. 

• Crudo y loncheado: Es la forma más común de consumo. Se come en lonchas finas o gruesas como aperitivo, tapa o entrante.

• Tablas de embutidos: Es un componente esencial en las tablas de embutidos y quesos, a menudo acompañado de pan y vino.

• Bocadillos y sándwiches: Es un relleno sabroso para bocadillos y sándwiches.

• Platillos cocinados: Puede incorporarse en la cocina para aportar sabor a platos como pastas, pizzas y tortillas.

• Sugerencia de conservación: Para conservar su sabor y textura, es recomendable sacarlo del refrigerador un rato antes de consumirlo.